“En Cajamar hablamos el idioma de las cooperativas”
Francisco Martínez Ibáñez
Director territorial Sur de Cajamar
¿Cómo valoran desde su entidad el papel que desempeñan actualmente las cooperativas?
La economía social es una realidad consolidada en nuestro país y uno de los motores de nuestro sistema productivo. Especial mención merecen las empresas cooperativas agroalimentarias, que están desarrollando un trabajo encomiable con una gran profesionalidad y compromiso con la sociedad, como ha quedado de manifiesto estos últimos meses con ocasión de la crisis del coronavirus, garantizando en todo momento el abastecimiento de los mercados españoles y europeos.
Parece que situaciones de crisis las cooperativas adquieren mayor notoriedad
Así es. Forma parte de nuestro ADN. Las cooperativas se crean y desempeñan su actividad para dar respuesta a necesidades de las personas o colectivos profesionales que las constituyen. Y uno de los atributos que diferencian a la empresa cooperativa frente a otro tipo de empresas es su mayor capacidad de resiliencia ante las crisis y su menor riesgo de deslocalización ¿Por qué? Porque, desde su origen, el eje central de nuestra actuación es la defensa de los intereses de las personas que conforman la cooperativa, de sus socios o miembros, así como de sus clientes y del interés general de la sociedad. Y eso se visibiliza especialmente en situaciones de crisis.
¿Hasta que punto está siendo determinante el papel el sector agro durante la crisis?
Durante el confinamiento el incremento de la demanda de productos alimentarios aumentó un 20 por ciento. Abastecer no solo el mercado nacional sino el internacional, en condiciones extremas, pone de manifiesto que contamos con un sector profesionalizado y muy competitivo. Espero que cuando pase todo esto, tengamos memoria colectiva para recordarlo. Porque el sector agro español, además de competitivo, tiene que ser rentable para todos los eslabones de la cadena, empezando por los productores.
¿Qué atención dedica Cajamar a las cooperativas?
Cajamar es la primera caja rural española, y desde nuestros orígenes dedicamos una atención preferente a la economía social, y en particular al sector cooperativo, del que también formamos parte. Podría decirse que en Cajamar hablamos el mismo idioma que las cooperativas. Nuestra colaboración contempla financiación y liquidez a corto plazo, circulante para el día a día de las cooperativas de trabajo, de enseñanza, agrícolas, etc. así como para afrontar nuevas inversiones y actividades con la máxima agilidad.
En el sector agro nuestra dedicación nos ha llevado a ser la entidad financiera de referencia, con una cuota de mercado nacional que supera el 15% y que en determinadas territorios y sectores productivos supera incluso el 50 %. Esto se debe a nuestra contribución no solo financiera al desarrollo del sector, sino también a nuestro desempeño social, basado en el buen hacer de nuestra entidad y, como resultado de ello, en la confianza depositada por nuestros socios y clientes a lo largo de los años.
“La empresa cooperativa tiene un gran futuro en Andalucía y España. En los últimos años gran parte de las cooperativas han crecido, se han diversificado y se han convertido en las empresas líderes de los sectores”
¿Qué representa para Cajamar la economía social?
Como referente que somos de la banca social cooperativa española, nuestro modelo de negocio apuesta por una economía al servicio de las empresas y de las personas. Para nosotros las cooperativas son un instrumento de cohesión territorial y social, que busca el equilibrio entre la rentabilidad empresarial, el desarrollo y el bienestar de las personas.
¿Qué papel espera que jueguen las cooperativas tras la crisis?
Las cooperativas son empresas, como las demás, empresas que compiten en el mercado y por tanto su actividad y negocios deben evolucionar, modernizarse y adaptarse a los cambios de los sistemas productivos y tecnológicos, así como a las nuevas demandas de los consumidores, pero sin alejarse de los valores y principios que son su razón de ser y conforman su identidad.
La empresa cooperativa tiene un gran futuro en Andalucía y España. En los últimos años gran parte de las cooperativas han crecido, se han diversificado y se han convertido en las empresas líderes de los sectores en los que actúan -hortofrutícola, aceite, lácteo- compitiendo en un mercado global y abierto, sin perder su identidad y arraigo territorial. Y lo mismo puede decirse de las cooperativas de trabajo asociado, de enseñanza, de servicios, del mar, de transportistas… No olvidemos que los países que tienen mejor índice de desarrollo social son también aquellos en los que hay un mayor desarrollo de las empresas cooperativas en su economía.
Cajamar ha prestado siempre una atención especial a las cooperativas agroalimentarias, pero su actividad es más amplia.
Así es. Contamos con más de 1000 oficinas en toda España y un equipo de más de 5.500 profesionales especializados en atender y dar respuesta a todo tipo de sectores y empresas. Proporcionamos servicio y asesoramiento financiero personalizado a empresas y emprendedores de todo el tejido productivo, apoyándoles desde el inicio de su actividad, en sus iniciativas y proyectos de innovación y modernización, aportándoles nuestro conocimiento y recursos, para que la financiación no sea nunca el obstáculo que frene un proyecto viable.
“Hace cinco años firmamos un importante convenio con la Unión Española de Cooperativas de Enseñanza (UECoE), a través del cual ofrecemos productos financieros en condiciones ventajosas a las 600 cooperativas de enseñanza y centros educativos de economía social de toda España”
¿A qué cooperativas y sectores nos estamos refiriendo?
Todos sabemos que la economía social engloba a colectivos muy diversos, con una presencia muy arraigada en los ámbitos locales y regionales, con empresas de todos los tamaños, y en definitiva con un peso específico propio en el aparato productivo y que se ha consolidado en los últimos años como un instrumento clave para dinamizar la economía y crear empleo estable y de calidad.
Muchos de los agentes más competitivos e innovadores de nuestro tejido productivo pertenecen a alguna de las grandes familias europeas de la economía social, ya sean cooperativas, mutualidades, sociedades laborales, empresas de inserción social de la discapacidad, o los centros especiales de empleo. En España, la economía social representa hoy más de 43.000 empresas, genera aproximadamente el 10 % del PIB y más del 12 % del empleo, con un total de 2,2 millones de puestos de trabajo directos e indirectos. Y cada día adquiere mayor peso e influencia, tanto en el medio urbano como en el rural.
¿Cómo definiría la coyuntura actual de la empresa en Andalucía?
Como en el resto de España. Cuando estábamos en la senda de consolidar la recuperación tras la crisis de 2008, ha llegado una nueva crisis originada por la covid-19 cuyas consecuencias sociales y económicas están afectando ya con intensidad en nuestro país. No obstante, tenemos que destacar una característica diferencial sobre crisis anteriores, y es que nuestras empresas cada vez están más profesionalizadas y están adquiriendo mayor tamaño. Esto facilita mucho la toma de decisiones en sus actividades e inversiones, una apuesta para la que, desde luego, cuentan con el apoyo de Cajamar.
Cajamar se ha convertido en la entidad referente de las cooperativas de enseñanza
Hace cinco años firmamos un importante convenio con la Unión Española de Cooperativas de Enseñanza (UECoE), a través del cual ofrecemos productos financieros en condiciones ventajosas a las 600 cooperativas de enseñanza y centros educativos de economía social de toda España. A este acuerdo se ha acogido la sectorial de cooperativas de enseñanza constituida en el seno de la Unión de Cooperativas de Trabajo Asociado, para poder realizar sus nuevos proyectos.
Este acuerdo permite a las cooperativas de enseñanza mejorar las condiciones financieras para que los centros educativos puedan optimizar su actividad empresarial, así como facilitar el acceso a los profesores que quieran incorporarse a la cooperativa y necesiten un préstamo para poder aportar como capital social. Se trata de un convenio que promueve el cooperativismo, la economía social y el emprendimiento, y que ofrece soluciones financieras a la medida de cada centro de enseñanza.
Un informe de la Secretaria de Naciones Unidas dice que los países que cuentan con cooperativas importantes son los que tienen mayor índice de progreso social.
Es cierto que el cooperativismo es un modelo económico cada vez más reconocido en todo el mundo. Eso se debe precisamente a que las cooperativas son mucho más resilientes ante las situaciones de crisis, tienen más compromiso territorial, promueven un desarrollo endógeno y prestan más atención a las personas y al interés general. Gracias a las empresas cooperativas, muchos profesionales y pequeños empresarios y productores de los más diversos sectores acceden cada día a bienes, servicios y mercados que de otra manera estarían fuera de su alcance. Conforman un conglomerado heterogéneo que va de la microempresa a la gran corporación, con una presencia firme en ámbitos tan dispares como la alimentación, la educación, la salud, la gran distribución o la banca, y que sobre todo ha sido excepcionalmente dinámica en la última década y con una personalidad propia. Pero como cualquier empresa, tiene que adaptarse al nuevo escenario económico, y para crecer y competir tiene que actualizarse.
La banca cooperativa Cajamar, referente de la economía social
El sistema bancario es básico en cualquier sociedad avanzada, máxime en la era digital, en la que cualquier proyecto, individual o colectivo, sea cual sea su dimensión, necesita de recursos financieros y de servicios y productos sin los cuales ni podría ponerse en marcha ni avanzar a lo largo de las sucesivas etapas de su ciclo vital. Pero no todos las empresas y profesionales afrontan los mismos obstáculos ni tienen la misma capacidad de negociación y acceso a los mercados de bienes y servicios. Históricamente, aquellos de menor tamaño y más vulnerables, los eslabones más débiles de la cadena de valor, al margen de los grandes circuitos financieros y de inversión, han desarrollado mecanismos de asociación y colaboración para proveerse de capital y garantizar una adecuada gestión de sus necesidades financieras. Este es el origen común de toda experiencia de economía social, y lo es también de las cooperativas de crédito, que son el germen de la actual banca social cooperativa y de su orientación a las necesidades de la economía real en todo el mundo.
Cajamar es la mayor cooperativa de crédito de España y se caracteriza por desarrollar un modelo propio de banca de proximidad centrado en las personas como eje para el desarrollo sostenible social, económico y medioambiental de nuestro territorio; ofreciendo para ello soluciones financieras especializadas a las cooperativas, emprendedores y autónomos que conforman el núcleo de nuestro tejido productivo. Compromiso, proximidad y conocimiento directo del entorno son sus elementos diferenciadores, principios y valores estrechamente ligados a la economía social, en la que más allá de la búsqueda de la rentabilidad económica se encuentra la creación de valor compartido y una distribución más justa y equitativa de la riqueza.